lunes, 28 de octubre de 2013

¿Vale realmente la pena perder la memoria?

Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, 
hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,
recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su
lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo
regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su 
paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos en 
algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo
a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían 
como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza
y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación
de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y
la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos
hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos
mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más 
hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos
recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades 
por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no 
sabemos que nos espera.

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